En Credenz estamos convencidos de que el servicio al cliente es lo más importante. Hemos diseñado 23 simples reglas claras, concretas y sin tanto rollo para poder atenderte de la mejor manera y lograr una experiencia «WOW».
Este es nuestro compromiso:
- Te saludamos y recibimos con una sonrisa y de la manera mas cálida posible. Te preguntamos como estás y que tal has pasado tu día, y te ofrecemos asistencia.
- No te voy a mandar con otro departamento, ¡voy yo y regreso!, o en todo caso te acompaño.
- Si tienes un problema, preocupación o consulta, es responsabilidad de quien la recibe, de darle seguimiento y de asegurarse de que se te ofrezca una solución.
- Agradecemos todas tus quejas.
- Contestamos todos tus emails.
- Atendemos todas tus llamadas.
- Si escucho un teléfono sonar lo atiendo, aunque no sea mío. Tengo prohibido bajar el volumen del timbre de mi teléfono.
- Siempre te hablarán personas reales, no departamentos. Todos los emails tienen mi nombre y apellido.
- Todos los emails tienen una forma de contacto y un teléfono de servicio al cliente.
- ¡En Credenz siempre contesta alguien!
- Antes de cerrar cualquier ticket o asunto, te informo de forma personal. Si puedo llamarte no es necesario un correo, si puedo verte personalmente no es necesaria una llamada.
- Cualquier problema lo intentaré siempre resolver, evitaré complicarlo y no buscaremos al culpable sin tener antes una solución satisfactoria para ti.
- Todos los colaboradores en Credenz conocemos perfectamente como funcionan nuestros servicios.
- Todos los colaboradores en Credenz conocemos como funcionan los demás departamentos.
- Nunca te daré información incorrecta o imprecisa. Si esto ocurriera, lo corregiremos dando la cara de la manera mas rápida posible.
- Ningún cliente se queja de nosotros. Mucho menos en público o en redes sociales. Haremos TODO para evitarlo y si ocurriera lo resolvemos juntos, aunque sea en público. No eliminamos tus comentarios ni contenidos. No censuramos tus palabras, Siempre agradecemos tu queja y mejoramos.
- No voy a provocar que ninguno de mis clientes lleve una queja ante las autoridades.
- No te voy a leer scripts, no somos máquinas.
- Si ya se que quieres, no es necesario hacerte viajar por toda la burocracia, ni cansarte con preguntas innecesarias.
- Te hablaré por tu nombre y apellido. Te hablaré de usted con un tono de amistad. ¡También nos atrevemos a hablarte de “tu” de vez en cuando!
- No te voy a hacer volver otro día o volver a llamar. ¡Mejor voy yo o te llamo yo!
- No existe nada que no pueda yo resolverte en menos de 48 horas.
- Frente a ti, yo soy Credenz y no tienes porque entender ni tiene porque saber que hay otros departamentos responsables de ayudarte.