Educar a una persona no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía…
El Día del Maestro es una festividad que honra la labor de los catedráticos y profesores mexicanos. En 1918, se llevó a cabo en México la primera conmemoración del Día del Maestro. El decreto fue firmado por el presidente Venustiano Carranza.
Uno de los educadores más destacados de México es José Vasconcelos, nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de México y por las de Chile, Guatemala y otras Latinoamericanas.
No todos los maestros son igual de excelentes, pero esto ocurre en todas las profesiones. Los maestros contagian la ilusión por el saber desde temprana edad. Ponen la semilla de la curiosidad a través de pedagogías que van mas allá del aula, como muestra el poder de las excursiones.
El importante papel que juegan en el desarrollo académico, social y cultural en nuestra sociedad no puede ser ignorado, si tenemos en cuenta el gran número de jóvenes que ven en el maestro un segundo padre o principal mentor.
Los maestros deben ser referentes en una sociedad que, actualmente, no les da su sitio. El maestro es un referente de autoridad sobre el que actualmente, muchos padres sobrecargan demasiadas responsabilidades. Pero también es responsabilidad de los padres la educación de los hijos, alguna vez hemos escuchado que «la educación se aprende en casa» y no hay nada más cierto que esto.
En nuestros hogares nos enseñan con el ejemplo, nos transmiten los valores, normas y actitudes; es ahí donde las personas aprenden a tener confianza en sí mismos, a sentirse queridos y valorados, en consecuencia a tener una mejor sociedad.
Y por último en la vida también te encuentras con personas que te enseñan no solo a razonar, sino a ser una mejor persona en diferentes aspectos de la vida, adquirir nuevos conocimientos o simplemente te enseñan cómo no debes ser.
Enseñar es dejar una huella en la vida de una persona,