Chat en linea | Centro de servicio a clientes ¡Credenz® Wow! 800 030 0029 | FacebookTwitterLinkedin

El verano puede ser para muchas personas una temporada llena de gastos. Quizá sea porque, en general, salimos más, viajamos, pagamos por las actividades de ocio de los niños o por su cuidado, pedimos los útiles escolares, reparamos el coche, si es que vamos a hacer algún viaje con él, etc…

Este verano será especialmente delicado en términos financieros para muchas personas que se han visto afectadas por la crisis de la Covid-19. Para otras, será un buen momento de contener los gastos en previsión de lo que pueda pasar en otoño.

El miedo a una profunda crisis económica ha aumentado los depósitos de ahorro entre los particulares desde que empezó el confinamiento. Los expertos aconsejan, ante todo, elaborar un presupuesto. ¿De cuánto dinero disponemos y cómo queremos gastarlo este verano?

Lo que deberíamos hacer durante todo el año, si además deseamos ahorrar de manera regular, es repartir los ingresos en tres:

  • un 50% para lo esencial (renat, suministros, gastos de alimentación…)
  • 20% para el ahorro
  • 30% para todo lo demás (gimnasio, plataformas de televisión, conciertos, vacaciones…).

Si más o menos podemos seguir esta regla nuestra cuenta de ahorro irá creciendo poco a poco.
No obstante, esta distribución puede cambiar en temporada vacacional, cuando los gastos se disparan y el presupuesto para ocio crece. O tras unos meses de intenso reajuste económico como los que estamos viviendo.

Pero con unos cuantos pequeños cambios, podemos ajustar nuestro presupuesto sin dejar de disfrutar del verano:

1. Planifica tus comidas

Planificar el menú evita el desperdicio de comida, que se calcula de un 40% al mes.

Este despilfarro puede evitarse con una buena planificación. Se acabó eso de ir a la compra a tontas y a locas y de llenar la nevera sin pensar demasiado con qué.

Dedica un rato a pensar en tu menú semanal y luego ve a comprar solo lo que necesites. Comerás más sano que nunca y ahorrarás mucho dinero, y además, evitarás el desperdicio de comida.

2. No compres con hambre o cansancio

Hay que ir a la compra sin hambre ni cansancio, para no adquirir productos innecesarios. Cuando vamos a una entrevista de trabajo o tenemos un evento importante queremos dar lo mejor de nosotros mismos. ¿Por qué no hacerlo también cuando nos preparamos para ir de compras?

El psicólogo y consultor Paco Underhill asegura que nunca deberíamos comprar cuando estamos cansados o tenemos hambre. Cuando estamos fatigados (probablemente al final del día) es quizá porque ya hemos tomado centenares de pequeñas decisiones, desde la ropa que nos ponemos a si vamos en metro o autobús, si cruzamos o esperamos al siguiente semáforo o qué vamos a preparar para cenar.

Cada persona sabe cuál es su peor momento, y si compramos cuando estamos cansados o cuando estamos hambrientos es muy probable que la fatiga o la prisa nos lleve a actuar por impulso y a arrepentirnos quizá después por haber gastado demasiado o haber comprado cosas innecesarias.

3. Pasa tiempo fuera de casa

A la hora de planificar tu ocio, privilegia las actividades que puedas realizar en el exterior. Nadar, correr, pasear al perro, ir de camping… Las actividades en el exterior son gratificantes, saludables y te permiten gastar poco o nada mientras te diviertes. Y si hace mucho calor, siempre puedes organizarte para realizarlas a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.

4. Si no lo usas, déjalo

Esto sirve tanto para la suscripción del gimnasio, ese en el que no te han visto más que dos veces, como para esa suscripción a no sé cuál plataforma de cine en la que solo ves dos películas al año.

En verano es muy fácil hacer actividad física en el exterior. Y quizá te convenga más pagar por ver esas dos películas que la suscripción anual al canal. De todos modos, si vas a pasar más tiempo fuera tampoco vas a tener tanto tiempo para ver todas esas películas y series. Haz tus cálculos y reorganiza tus suscripciones.

5. Busca actividades gratuitas

Redescubre tu ciudad como si fueras turista; consulta actividades y eventos gratuitos

Esta es probablemente una de las mejores maneras de ahorrar en verano. Para ello, es recomendable comprobar las agendas de actividades municipales, que ofrecen multitud de eventos gratuitos (conciertos, rutas gastronómicas, festivales, ferias, visitas turísticas…).

6. Cambia el coche por la bicicleta

Ahorrarás dinero, te divertirás más, ayudarás al medioambiente y harás ejercicio.

7. Haz turismo interior

Quizá este año no puedas permitirte unas largas vacaciones, pero quizá sí puedas desplazarte unos pocos días a un lugar al que puedas acceder en coche. Las posibilidades son múltiples, aunque solo sea durante un fin de semana largo, y además te ahorrarás los gastos de transporte al aeropuerto o el de los billetes de avión.

Si puedes compartir los gastos del viaje en coche con otra persona, mejor. Lo bueno de esta opción es que además estarás apoyando a la economía local.

Sea cualquiera de las opciones, contempla siempre tus ingresos y tus posibilidades para no excederte.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vivo/lifestyle/20200728/482471464931/ahorrar-verano-presupuesto.html

 

Por: Carlos Amiga
Coordinador de Marketing

Carlos Amiga, 1.07.2021