Siempre hay algo que por muy previsores que seamos, nos afectar nuestra economía.
Para la mayoría un imprevisto puede implicar dar un tarjetazo no planeados o salir corriendo a pedir dinero a los parientes. Una manera más barata es hacer un fondo de emergencia para guardar el dinero que puedas necesitar para superar un evento inesperado.
Normalmente estas emergencias implican daños, desperfectos que no cubre ningún seguro, como averías en el auto o la casa, emergencias médicas o que pierdas tu trabajo y no cuentes con un seguro de desempleo, en fin, cosas que son difíciles de prevenir.
El fondo de emergencia no es una alcancía donde guardas para sacar cada vez que se atraviesa alguna oferta o un viaje de fin de semana. Como su nombre lo dice, es dinero exclusivo para imprevistos, no se gasta para otros fines.
Para empezar a generar fondos de emergencia iniciales, se necesita ahorrar las siguientes cantidades lo antes posible:
– $10,000 pesos si tienes ingresos menores a $6,800 pesos
– $15,000 pesos si tienes ingresos menores a $11,600 y mayores a $6,800 pesos
– $20,000 pesos si tienes ingresos mayores a $11,600 pesos
Ya que tengas un fondo de emergencias inicial, puedes empezar a ahorrar para que puedas cubrir tus gastos de tres a seis meses. Por ejemplo, si tus gastos son de $20,000 pesos, entonces tu fondo de emergencias final debería ser de $60,000 a $120,000 pesos.
El fondo de emergencia lo ideal es que lo tengas en una cuenta separada del resto de tus ahorros, y que tenga disponibilidad de los recursos el mismo día sin penalidades o comisiones y tener muy claro el procedimiento para retirar el dinero para no complicarte más en medio de la emergencia.
Ejemplos de instrumentos ideales para este tipo de ahorro son:
- Cuentas a la vista
- Fondos de inversión de deuda de corto plazo con disponibilidad diaria.
- Instrumentos de inversión bancarios de corto plazo como los los pagarés de vencimientos diarios o certificados de deposito
- Cajas de ahorro reguladas